Las vitaminas y minerales son micronutrientes esenciales para el funcionamiento del cuerpo. Los necesitamos en pequeñas cantidades pues son vitales para mantener el sistema inmunológico o de defensa, ayudar en la producción de energía, reparar tejidos y fortalecer huesos y músculos. En resumen, las Vitaminas son compuestos orgánicos que regulan funciones clave del cuerpo y los Minerales son elementos inorgánicos esenciales para huesos, músculos, nervios y sangre.
En la mayoría de los casos una dieta equilibrada, que es básicamente un plato alegre y colorido, que tenga variedad, que las porciones no sean grandes, que comas con moderación y la adaptes a tu edad, actividad física, salud y cultura, cubre todas tus necesidades.
Existen grupos que pueden necesitar vitaminas o minerales, entre ellos están las mujeres embarazadas (ácido fólico, hierro); adultos mayores (vitamina B12, D, Calcio); personas con deficiencias diagnosticadas (Anemia, Osteoporosis); personas con dietas restringidas (intolerancias alimentarias y veganos, que no comen ningún producto de origen animal y requieren B12, hierro, y zinc); pacientes con enfermedades crónicas (enfermedades gastrointestinales, renales o hepáticas); niños y niñas en crecimiento con dietas insuficientes.
Si estás sano, comes balanceado y no tienes deficiencias, no necesitas suplementos vitamínicos diarios. De hecho, tomarlos sin necesidad puede ser contraproducente y aumentan riesgos de toxicidad, ya que las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) se acumulan en el cuerpo, se incrementan las interacciones con medicamentos, generan síntomas digestivos como náuseas, diarrea o dolor abdominal y falsa sensación de seguridad que puede reemplazar una alimentación sana.
Existen momentos clave donde el cuerpo necesita un mayor aporte, por ejemplo, en la infancia y adolescencia por el crecimiento rápido (Vitamina D, Calcio, Hierro); embarazo y lactancia por el desarrollo fetal (Acido fólico, Hierro, Omega-3); tercera edad porque tiene absorción disminuida y riesgo de osteoporosis (Vitamina D, B12, Calcio) y deportistas intensivos que pueden requerir más Hierro, Magnesio o Vitaminas del grupo B.
Malestares comunes de falta de vitaminas y minerales son los siguientes, aunque siempre debe confirmarse con exámenes médicos, cansancio, dolor óseo, debilidad muscular puede faltar Vitamina D; fatiga, hormigueo, pérdida de memoria Vitamina B12; palidez, debilidad, uñas frágiles requieren Hierro; problemas de visión nocturna Vitamina A; encías sangrantes, moretones fáciles Vitamina C; calambres musculares, huesos frágiles falta Calcio; Cabello quebradizo o caída puede ser falta de zinc, hierro o biotina.
Es común el sobreconsumo, ya que existe mucho mercadeo de estos productos con mensajes que no están respaldados científicamente, especialmente con “megadosis” de multivitamínicos que no aportan beneficio y pueden causar daño, lo ideal es obtener las vitaminas y minerales a través de la alimentación, solo se deben suplementar cuando hay necesidad comprobada y consultas a un profesional de salud antes de tomar cualquier suplemento.
Los suplementos de vitaminas y minerales inundan el mercado. Sin embargo, tomarlos sin necesidad puede ser innecesario o incluso peligroso. La ciencia es clara, la mayoría de las personas puede cubrir sus necesidades con una dieta balanceada.